RECORRIDO: Salida de la Oficina de Turismo, subida por As Meáns, Casa Solariega del Placer (Torrón), iglesia de Santa María de Cela, paso por el río, Chans, Foxonoval, Monte Paralaia, iglesia y cruz de Hermelo, Meiro, Xexide, Outeiro, Galos.
DURACIÓN: Todo el día
DISTANCIA: 18 km.
DIFICULTAD: Alta
Este sendero, desde el valle hasta las elevaciones montañosas, ofrece, desde distintas perspectivas, amplias y pintorescas vistas. Desde el Monte Paralaia se admira el valle de Moaña y la ría de Vigo, y subiendo al alto de la Telleira dominaremos la geografía de casi todo el municipio: desde Marín hasta Udra; el gran valle de Cela con su tradicional paisaje agrícola regado por varios ríos; la villa, puerto y ensenada de Bueu, con hermosísimas playas de arena blancas y aguas transparentes, junto con la panorámica de la ría de Pontevedra con la isla de Tambo, Ons y Onza hacia el mar abierto.
Entre los caminos a seguir, algunos muy viejos, presentan un enlosado de piedra del ancho de un carro, a veces, franqueado por muros de mampostería. La primera parada desde el largo paseo es en la Casa Solariega del Placer (Torrón), del s. XVIII, con una capilla adosada en la parte izquierda del edificio, la capilla de San Antonio de Padua.
A continuación cabe destacar la iglesia de Santa Maria de Cela (s. XII-XIII) de traza románica en el exterior y ligeras modificaciones en el interior, pero no suficientes para que pierda su carácter románico, que sigue siendo el ejemplo más significativo del municipio. Otra iglesia de relevancia en el recorrido es la iglesia de Santiago de Hermelo, primer asentamiento monacal del Morrazo, vinculada desde el siglo VI al priorato benedictino de Hermelo. En este lugar también se encuentra la cruz de Hermelo, desde donde se puede disfrutar de unas vistas fantásticas de las rías de Vigo y Pontevedra.
Una de las fragas mejor conservadas del Morrazo, e incluida dentro de esta ruta, es el robledal de Meiro-Hermelo, actualmente espacio protegido, mágico bosque atlántico de robles y castaños cubiertos de musgo y líquenes, y con un sotobosque compuesto de numerosos perales bravos, acebos, etc. A lo largo de la ruta podemos sorprender algunos ejemplares de ardillas, denociñas, erizos, conejos y distintas clases de pájaros (cuco, picapinos…) y anfibios y reptiles que encuentran en estos parajes su refugio natural.